PERSPECTIVAS
CONDUCTIVAS DEL APRENDIZAJE
Con el transcurrir de los años,
el concepto de aprendizaje ha ido evolucionando a la par que la labor del
docente, así como, la esencia y participación de los alumnos al interior y por
supuesto, fuera del aula de clases.
Ante esto, es bien sabido que el
aprendizaje no sólo se logra con lo que se enseña en la escuela o bien en los
hogares, actualmente las tendencias de información mundiales, la globalización,
la interdependencia entre los países, la escalada en el uso de tecnología, han
generado una ola de influencia, ya no tanto en lo que se aprende, además, en
las conductas tanto de niños como de adultos que conviven día a día en todas
las partes del mundo.
Si bien es cierto que las
conductas humanas son el resultado de lo que se ve, se escucha, se repite,
también es importante recalcar que cada quien aprende de diferente forma, esto
vinculado a que al final, la conducta siempre va a reaccionar a la manera en
cómo el hombre opera o bien se mueve con el ambiente.
Conforme el ambiente vaya
influenciando la conducta, el hombre irá acumulando ganancias o bien castigos,
que son determinantes para su relación con lo social. Como ejemplo práctico,
funciona muy bien comentar cómo se comporta un niño al interior del aula de
clases. Si es una persona que hace sus labores, guarda silencio, pone atención
y se comporta amablemente con sus compañeros, habrá ganado el aprecio del
docente o bien, que no le regañen o llamen la atención todo el tiempo. En
cambio, si es una persona de acciones totalmente contrarias, perderá la
aprobación del docente, del grupo e incluso del ambiente que le rodea, llevando
incluso a que sea expulsado de la institución educativa.
En particular, psicólogos en
conjunto con los pedagogos, han ido desarrollando teorías que permiten conocer
de mejor manera el comportamiento y bien las conductas resultantes, de los niños
y jóvenes para trabajar más con mayor efectividad. Estas pueden presentarse en
distintas modalidades como reprimendas, sistema de negociación con estímulos,
entre otros.
Los expertos determinan que las
conductas, ya sean positivas o negativas, representan grandes desafíos tanto
para profesores como padres de familia. Se dice que, aunque un niño o joven no
presente cambios en su conducta o bien su interacción con el entorno social, no
implica que no tenga algún problema o diferencia con su grupo cercano. Las
conductas de tipo negativo, no siempre son resultado de una “mala educación” o
bien de una mala aplicación de correctivos, muchas veces las malas conductas
proceden por varios factores, entre ellos: necesidad de atención, evitar una
situación desagradable, satisfacer un capricho o bien, una actividad deseada y
finalmente, si no pueden estar simplemente quietos, lo cual, puede ser
confundido por el docente como “picos de ansiedad” o bien, algún síndrome
derivado de la atención, los cuales han estado muy presentes con el agitado
ritmo de vida de las ciudades actualmente.
CIBJ, Maestría en Docencia en Educación Superior.