lunes, 9 de enero de 2017

¿Cómo se relaciona la Teoría Pedagógica de Kant con la realidad actual en México?


¿Cómo se relaciona la Teoría Pedagógica de Kant con la realidad actual en México?


El reto actual de la educación radica en diferentes tendencias que se van presentando de manera continua y más repetidamente en todo el mundo. Para el caso de México, estas tendencias, algunas nuevas y otras que vienen presentándose desde tiempos pasados, han permitido que la forma de educar en el país tenga que adaptarse a nuevas formas de aprendizaje dependiendo de distintas necesidades.

Kant describía la “especificidad humana” para ocuparse específicamente de la pedagogía, en otras palabras, de la formación en general del ser humano. Así mismo, el instructor debe hacer uso de la didáctica para obtener este fin.

En recientes fechas, y como símbolo inequívoco de la globalización, los elementos tecnológicos han pasado a formar parte de la vida cotidiana de los individuos no sólo para el trabajo diario o bien momentos de diversión y esparcimiento. Es muy común ver que, con el uso de una tableta electrónica o pizarrones electrónicos, los alumnos adquieren no sólo el conocimiento de forma tradicional como sería utilizar un libro o una libreta de notas, sino que saben manejar un aparato electrónico y a su vez, ahondan más en las investigaciones resultando ser más enriquecedoras. ¿En qué beneficia esto a los niños mexicanos? En que no sólo adquieren los conocimientos que el currículum exige, sino también se les enseña a utilizar un artefacto que los inserta en la sociedad, tanto en el plano social meramente como en el laboral para un futuro. Los profesores no sólo imparten su clase sino también se convierten en facilitadores de instrumentos aprovechables para la enseñanza.

Con esto no sólo se aplica el término de formación y didáctica, sino también aquella que dicta “no se debe educar para el presente sino a un estado mejor en el futuro”, aunque al final esto cueste mucho más de lo invertido actualmente, aunque representan herramientas de trabajo, si no hay la manera de conseguirlas fuera del aula de clases, no permiten que el objetivo total se alcance, por lo tanto, el alumno se queda sólo con lo que en la escuela se le enseña y permite.

La cuestión moral, de principios y pensamientos como “educar para la vida” son de suma importancia para la formación del niño. Para Kant, esto no sólo se daba en la escuela, también venía desde el seno familiar. ¿Hay moralidad y principios en las escuelas de México? Sí y no. El bullying y el incremento de la violencia, así como los altos niveles de deserción escolar, han llevado a que las mismas instituciones creen mecanismos incluso de carácter legal para reducir o bien eliminar estos problemas. Algunas escuelas, sobre todo de carácter religioso, tienden a ser elegidas por los padres para preservar los principios morales y familiares, sin embargo, esto no garantiza que el niño sea una personal bien portada o en su defecto, saber comportarse.

“Educar para la vida” exige un reto aún más grande para la realidad educativa en México. Si bien se analizan los índices y estadísticas que la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos) emite anualmente para conocer el futuro de la educación de cada país que está inscrito en ella, estos no garantizan que las cosas están haciéndose correctamente al interior de las aulas de clase.

La evaluación docente, las nuevas tendencias, la Reforma Educativa y los grandes cambios que han sufrido los núcleos sociales, principalmente en la sociedad mexicana, como mayor índice de divorcios, madres solteras, embarazo adolescente, el fenómeno de los “nini”, entre otros, no permiten que los objetivos finales de la educación se logren al 100% como se exigen en los estatutos.

Si a esto se suma que la ausencia de los padres (formadores) por dedicarse al trabajo, en los hogares para la supervisión de las tareas o bien de la asistencia formal a la escuela por parte de los niños, entonces México sigue enfrentándose día a día al enorme reto que representa cambiar el “chip” de los docentes al aceptar reformas que muchas veces entorpecen el proceso educativo en el país.

Las condiciones deben ser iguales para todos. Y retomando a Kant, tanto escuelas públicas como privadas, deben tener el mismo fin común que es ese precisamente, educar para insertarse en la sociedad, para proponer y generar nuevas ideas y acciones que lleven a mejorar el proceso.


Con esto y a manera de concluir, es necesario no solamente crear las condiciones necesarias para la gente de las ciudades, también falta aplicar una “educación incluyente” donde las comunidades indígenas tengan si no las mismas, cuando menos las oportunidades para acceder a una educación de calidad y en cantidad. Al final del día, y como mexicano, es un derecho que está plasmado en la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos.

CIBJ, Maestría en Docencia en Educación Superior.

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