¿Cómo se relaciona la
Teoría Pedagógica de Kant con la realidad actual en México?
El reto actual de la educación
radica en diferentes tendencias que se van presentando de manera continua y más
repetidamente en todo el mundo. Para el caso de México, estas tendencias,
algunas nuevas y otras que vienen presentándose desde tiempos pasados, han
permitido que la forma de educar en el país tenga que adaptarse a nuevas formas
de aprendizaje dependiendo de distintas necesidades.
Kant describía la “especificidad
humana” para ocuparse específicamente de la pedagogía, en otras palabras, de la
formación en general del ser humano. Así mismo, el instructor debe hacer uso de
la didáctica para obtener este fin.
En recientes fechas, y como
símbolo inequívoco de la globalización, los elementos tecnológicos han pasado a
formar parte de la vida cotidiana de los individuos no sólo para el trabajo
diario o bien momentos de diversión y esparcimiento. Es muy común ver que, con
el uso de una tableta electrónica o pizarrones electrónicos, los alumnos
adquieren no sólo el conocimiento de forma tradicional como sería utilizar un
libro o una libreta de notas, sino que saben manejar un aparato electrónico y a
su vez, ahondan más en las investigaciones resultando ser más enriquecedoras.
¿En qué beneficia esto a los niños mexicanos? En que no sólo adquieren los
conocimientos que el currículum exige, sino también se les enseña a utilizar un
artefacto que los inserta en la sociedad, tanto en el plano social meramente
como en el laboral para un futuro. Los profesores no sólo imparten su clase
sino también se convierten en facilitadores de instrumentos aprovechables para
la enseñanza.
Con esto no sólo se aplica el
término de formación y didáctica, sino también aquella que dicta “no se debe
educar para el presente sino a un estado mejor en el futuro”, aunque al final
esto cueste mucho más de lo invertido actualmente, aunque representan
herramientas de trabajo, si no hay la manera de conseguirlas fuera del aula de
clases, no permiten que el objetivo total se alcance, por lo tanto, el alumno
se queda sólo con lo que en la escuela se le enseña y permite.
La cuestión moral, de principios
y pensamientos como “educar para la vida” son de suma importancia para la
formación del niño. Para Kant, esto no sólo se daba en la escuela, también
venía desde el seno familiar. ¿Hay moralidad y principios en las escuelas de
México? Sí y no. El bullying y el
incremento de la violencia, así como los altos niveles de deserción escolar,
han llevado a que las mismas instituciones creen mecanismos incluso de carácter
legal para reducir o bien eliminar estos problemas. Algunas escuelas, sobre
todo de carácter religioso, tienden a ser elegidas por los padres para
preservar los principios morales y familiares, sin embargo, esto no garantiza
que el niño sea una personal bien portada o en su defecto, saber comportarse.
“Educar para la vida” exige un reto aún más grande para la realidad
educativa en México. Si bien se analizan los índices y estadísticas que la OCDE (Organización para la Cooperación y
Desarrollo Económicos) emite anualmente para conocer el futuro de la
educación de cada país que está inscrito en ella, estos no garantizan que las
cosas están haciéndose correctamente al interior de las aulas de clase.
La evaluación docente, las nuevas
tendencias, la Reforma Educativa y los grandes cambios que han sufrido los
núcleos sociales, principalmente en la sociedad mexicana, como mayor índice de
divorcios, madres solteras, embarazo adolescente, el fenómeno de los “nini”, entre otros, no permiten que los
objetivos finales de la educación se logren al 100% como se exigen en los
estatutos.
Si a esto se suma que la ausencia
de los padres (formadores) por dedicarse al trabajo, en los hogares para la
supervisión de las tareas o bien de la asistencia formal a la escuela por parte
de los niños, entonces México sigue enfrentándose día a día al enorme reto que
representa cambiar el “chip” de los docentes al aceptar reformas que muchas
veces entorpecen el proceso educativo en el país.
Las condiciones deben ser iguales
para todos. Y retomando a Kant, tanto escuelas públicas como privadas, deben
tener el mismo fin común que es ese precisamente, educar para insertarse en la
sociedad, para proponer y generar nuevas ideas y acciones que lleven a mejorar
el proceso.
Con esto y a manera de concluir,
es necesario no solamente crear las condiciones necesarias para la gente de las
ciudades, también falta aplicar una “educación incluyente” donde las
comunidades indígenas tengan si no las mismas, cuando menos las oportunidades
para acceder a una educación de calidad y en cantidad. Al final del día, y como
mexicano, es un derecho que está plasmado en la Constitución de los Estados
Unidos Mexicanos.
CIBJ, Maestría en Docencia en Educación Superior.
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