LA FUNCION ABIERTA DE
LA OBRA Y SU CONTENIDO
Ante el reto evolutivo de la
educación en los contextos sociales, políticos, económicos, entre otros; el
curriculum como tal, ha tenido que irse adaptando a estos para lograr su
objetivo final, el cual se traduce en el aprendizaje como tal.
Al ser un instrumento esencial
para enseñar, se dice que el curriculum es “la
expresión y concreción del plan cultural que una institución escolar hace
realidad dentro de ciertas condiciones que le matizan”; retomando esta
definición, se puede concluir que al verse como un “plan de estudios”, su
configuración permite que el alumno se acerque por diversos medios al
conocimiento que se le imparte, así mismo, el profesor conoce profundamente a
su alumnado, ya que si la aplicación del curriculum es fallido, entonces el
objetivo de la enseñanza no se habrá cumplido.
Cabe mencionar que la efectividad
del curriculum depende de ciertos factores que no sólo se encuentran al
interior del aula, éste debe tomar en cuenta a la sociedad misma siendo
incluyente, propositivo en materia cultural y por supuesto pedagógico, y
actualmente, disponerse abiertamente a los cambios resultantes de la
globalización con el uso de nuevas herramientas electrónicas que lo ponen en un
nivel superior, con una mayor demanda.
Su origen y definición social
permite que se estructuren los grados escolares, los centros educativos, las
prácticas pedagógicas, se apoya en materiales didácticos que se vuelven “el
manual” único para poder aplicarlo al interior del aula.
Si bien es cierto que su función
principal es la de “estructurar, transmitir, escolarizar”, entonces también
deber tomarse en cuenta su función “vocacionalizadora”, esto porque, sobre todo
a nivel medio superior y superior, mientras mejor sea el curriculum, mejor y
mayor preparación del alumnado para lograr como resultado un título profesional
que les permita la inserción en el mercado laboral.
Bajo mi punto de vista, la frase
“Educar para Profesionalizar” siempre ha estado presente en las aulas
educativas desde el pasado cuando se ha buscado que el individuo se
“profesionalice” o bien se “especialice” en alguna área de interés, ya fuera de
tipo social, económica o bien política, para ejercerla de la mejor manera y por
ello, generar ganancias para el mismo. De alguna u otra manera, en la educación
superior, el alumno tiene la facultad de decidir que estudios seguir, por lo
tanto, el curriculum aplicable será el que lo llevará a lograr su objetivo
final.
Como conclusión, el curriculum
debe mantener sus funciones primordiales, sus objetivos finales al interior y
exterior del aula, y sobre todo, debe ir progresando o bien, creciendo y
evolucionando a la par con las exigencias de las nuevas generaciones al
interior de los recintos escolares. Eso le dará más fuerza y sobre todo,
reconocimiento y veracidad.
CIBJ, Maestría en Docencia en Educación Superior.
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